domingo, 5 de junio de 2011

Ciudad en el cielo


La ciudad de los años 60 claramente ya no es la misma de hoy. Cambia la gente, la manera de vivir, la forma de habitar, pero sobre todo cambia la ciudad. Es obvio que la arquitectura debe cambiar, evolucionar, pero no siempre éste cambio es bueno. Creo que en nuestro país se olvida muy rápido el pasado, los recuerdos, la historia y no nos damos cuenta que derrumbando casas de principios de siglo estamos derrumbando a su vez nuestra historia. Para las constructoras demoler un par de casas, en las cuales vivían 5 personas, y construir en su lugar grandes edificios donde pueden caber cientos de personas es mucho más rentable e importante.


Pienso que el plan regulador de Chile no se cumple o es erróneo, ya que permiten construir edificios de gran altura al lado de casas o negocios, lo que hace que la ciudad comience a crecer hacia arriba. Antiguamente los edificios más altos tenían 7 pisos y la altura de la ciudad era más o menos similar, pero hoy en día podemos recorrer barrios antiguos en los cuales de pronto aparece un pretencioso edificio de 20 pisos, lo cual hace que la línea imaginaria que existía gracias a los edificios de baja altura se pierda y crezca, literalmente, por los cielos. Los edificios obstaculizan la visión y ya no se pueden ver ciertos hitos que antiguamente se podían divisar a gran distancia, estos hitos pierden valor y comienzan a desaparecer, pasan completamente desapercibidos por las personas, ya que hay edificios que te atrapan, no te dejan ver y su gran altura oscurece la ciudad, la hace una ciudad sombría.


Las construcciones de menos pisos conviven de una manera muy apropiada con el espacio, lograban interactuar muy bien con el entorno y unificaban el lugar, era además que personalmente, me gusta muchísimo la arquitectura antigua, el nivel de detalles que tiene y la coherencia. Muchos edificios actuales intentan imitar el diseño de las construcciones antiguas para camuflarse, pero la mayoría de las veces no lo logran y llaman más la atención.

En la actualidad podemos ver una competencia de de edificios, es como un concurso ¿Cuál es el edificio de más altura?. Esta disputa lo que logra es que en Santiago podamos encontrar edificios cada vez más altos y muchos de ellos en lugares que interrumpen la arquitectura "clásica" del lugar. Hay barrios donde está invadido de grandes edificios, como el Golf y barrios donde prevalece la arquitectura antigua como París con Londres. Creo que es bueno realizar una especie de segmentación en la ciudad y separar los intereses arquitectónicos para así poder mantener la historia (en un lugar) y evolucionar (en otro lugar).





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